por Samuel, de Aburrido Cósmico

viernes, 29 de octubre de 2010

Portada del Disco.



Espero que guste. Nosotros estamos muy contentos.

Salud!

sesión de fotos.








Algunas fotos de la sesión para el disco. Los fotógrafos hicieron un buen trabajo! Esta noche o mañana por la mañana colgaré la portada definitiva del trabajo Entrenados Conversadores.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Champagne, fragmento.






... las dioptrías, en esto,
no tienen nada que ver...
con esta falta de visión
necesitamos rigor en cada decisión....



viernes, 6 de agosto de 2010

dilemas modernos




Suena el teléfono como un disparo. No sé si quiero mirar la bala caliente de cerca o seguir esquivándola. Y sigue sonando. Aprieto el comodín del silencio para no martirizarme y tratar de tener la conciencia limpia. Sin embargo, la sala está oscura y veo perfectamente el parpadeo del móvil, iluminandolo todo como un intermitente. Justo en el momento que decido encarar la situación, se apaga.

Al rato vuelve a sonar. Misma llamada, misma canción, misma bala, misma munición. Intento apretar el comodín del silencio. Pero en una milésima de segundo lo pienso mejor y le doy a colgar/cortar la llamada.

No hay una munición mejor que esa. Mano de santo.

domingo, 27 de junio de 2010

gil



Todavía recuerdo tu cara de simplón con las manos manchadas de mantequilla sosteniendo un bocadillo de chorizo. Tu mirada miope y tu poca destreza a la hora de hacer equilibrios. Parece que fue ayer.

El tiempo pasa para todos por igual. Todos cambiamos, evolucionamos, o cualquier otra palabra que termine en "amos".

Tu simplemente te convertiste en un gilipollas.

¿me preguntas la definición de gilipollas?

Habla y tendremos un ejemplo.

sábado, 22 de mayo de 2010

atrás



Joder! Como esperaba tu llamada! O tus señales en forma de mensaje! Por fin diste el paso y yo lo recojo con un guante delicado. No es cualquier cosa, por lo menos por ahora.

Tantos huesos esquivos y bocas prohibidas que espero que tú no entres dentro de ese círculo. Latiendo y pensando. Caminando hacia ti.

¿miraré hacia atrás?

jueves, 20 de mayo de 2010

inevitable



Era inevitable y finalmente pasó. Aunque hubiese hecho tres veces más de lo que hice, no había vuelta atrás. Los cuellos dejaron de girar. Como aspas de ventiladores parando casi a la vez, con el ronroneo anunciando algún tipo de final. Fin de ciclo. Fin de etapa. Fin después de todo.

Era inevitable y también pasó. Sin esperarlo y sin planificarlo la brisa de un nuevo aire encandilaba a mis sentidos muertos y resucitados. La luz invisible que proyectabas juro que era más cegadora que cualquier luz.

Los ventiladores se pusieron en marcha, de nuevo.

martes, 4 de mayo de 2010

lluvia asesina





Estas nubes me están recordando que me olvidé el paraguas y algún impermeable. Si quiero llegar a tiempo tendré que empaparme. Empiezo a sopesar eso de empaparme, podría llamarte y decirte que llego tarde, otra vez. Pero ya serían demasiadas veces y eso sería una situación incómoda, casi más incómoda que ir empapado de lluvia.

Salí corriendo, como si eso me hiciera mojarme menos (en esos momentos me encantaría saber de física y calcular las probabilidades reales de mojarme en mayor o menor medida al correr a una determinada velocidad...). De cualquier manera seguía corriendo.

Llovía de verdad.

Cuando la palabra empapado se quedaba corta me di cuenta que de todas maneras iba a llegar tarde.

(21 minutos después)


- Hola... perdón (cojo aire), por (expiro-inspiro) el retraso...

- No te preocupes, realmente venía a decirte que...me voy.

- (...)


Llovía de una manera asesina. Por momentos da miedo y sientes que el techo bajo el que te resguarda es más frágil de lo que aparenta. Mucho más frágil. Y en un instante vi que tus ojos apenas parpadeaban, vi brazos caídos y el ronroneo de la lluvia se instalaba de manera permanente en mis oídos, se entremezclaban con tus palabras de hielo alargando una fría conversación. Con lluvia.


-... me voy... (volvió a decir...)


- no entiendo nada, ahora mismo no puedo hacer alguna conexión razonable en mi cabeza para entender lo que dices .... ¿cuantas palabras son? ¿dos? ¿acaso son seis?...

- (...)


Se dio media vuelta se echó el chubasquero por encima, dijo adiós (con la lluvia era imposible distinguir si dijo adiós con lágrimas en los ojos o no... ) y echó a correr. En aquel instante volví a pensar en la dichosa física y su teoría del espacio tiempo-lluvia. Mientras la observaba marchar a toda prisa le regalaba a mi cuerpo un severo resfriado y dolor de huesos.

Yo sí que pude distinguir el llanto de la lluvia.


No paró de llover en dos horas largas.

lunes, 12 de abril de 2010

¿amor?



- Quiero ir contigo, de verdad.

- Pero si aún no sabes donde voy a ir.

- Da igual, ¿que importancia tiene el destino?

- (se queda pensando, con la mirada perdida, pero con cara de concentración)...

- ¿Acaso importa?

- ¿No te das cuenta que esto parece una conversación de culebrón venezolano? (Y sinceramente siento estupor... -esto en silencio-)

- Ya... yo tan solo estoy teniendo la gallardía que no había tenido en mucho tiempo, y te estoy diciendo a las claras mi amor incondicional.

- ¿Amor?


viernes, 9 de abril de 2010

alas




Cada vez que me pongo alas no puedo evitar tratar de volar. Sea a donde sea. 

Cada vez que me pongo alas me siento maldito. Ser distinto a -todos- los demás no es necesariamente malo. Lo peor viene cuando la palabra "distinto" coge su significado más absoluto.

Cada vez que me pongo alas pienso en espiarte desde el aire. En darle sentido a mis desastrosos destinos. Poniéndole brújula a tus andares no se llega más lejos. Como correr en círculo.

Cada vez que me pongo alas trato de no pensar demasiado en los motivos que me llevaron a tenerlas. Jamás lo he contado, nadie me creería. Como los que dicen haber visto un extraterrestre, seguido de una luz blanca cegadora que luego se convertía en roja... para que finalmente en un microsegundo desapareciera por arte de magia. Por arte espacial. ¿como explicar que tengo alas?

Cada vez que me pongo alas miro mis fotos con detenimiento. No dejo de pensar en lo feliz que sería sin estas alas dichosas. Por otro lado, no sabría que decirte sobre lo de dejar de volar a mi antojo. Estoy hecho un lío.

Cada vez que me pongo alas pienso en si debería explotar mi poder en beneficio del prójimo. Eso lo ví en alguna película de superhéroes. No pude evitar sentirme culpable unos minutos. Más tarde cambie de canal.

La última que me puse alas fue hace siete minutos. Hoy no sé que va a pasar.

miércoles, 7 de abril de 2010

rigor



Lo gracioso de todo es que nada de lo que hay es lo que era. Cuando llega el momento ese de inflexión, hay que tener rigor. 

El frío casi siempre funciona bien en beneficio propio. Y es un arma más. Lo contrario de tu visión puede ser ese frío. Y arrasa. 

En un punto común, cualquier cosa puede desquiciar. O agradar. ¿existe el término medio? ¿existe de verdad el punto común?

Cansado de mirar el cielo por las mañanas, me visto de verano en primavera. Me desvisto de invierno en otoño. Te dedico un reglón de un cuento y te dejo mejor de lo que eres. De lo que fuiste.

-  querer es poder.

-  y una mierda! 

 - (...)

 - querer es querer. 

jueves, 1 de abril de 2010

números (2)




 13
3,14
2010
69

10

0


(infinito)

martes, 16 de marzo de 2010

números



¿Quién está detrás de todo?

¿Hay alguien?

Si esperas, cuenta hasta diez como mínimo.

Ya voy por 39266092837746582736.

Y nada.

Cero.

jueves, 4 de marzo de 2010

la suerte, la mala suerte.




Me compré tres búhos de la suerte y tardé varios días en encontrar una pata de conejo con dimensiones ideales para cualquier bolsillo. No escatimé en esfuerzos y también llevaba encima unos dientes de ajo. Nunca, bajo ninguna circunstancia, pasaba por debajo de una escalera ni pasaba el salero de mano en mano. ¿Por qué levantarse con el pie izquierdo pudiendo hacerlo con el derecho? Jamás aposté al 13. Y entre apostar al rojo o al negro, el rojo era mi color. Nunca llevé nada amarillo encima las veces que eventualmente actuaba en un pequeño teatro. Terror les tenía a los gatos negros y sus poderes maliciosos. Y ni se me pasaba por la cabeza en noche vieja no llevar alguna prenda interior de color rojo. Pisar una mierda siempre fue una noticia agridulce. La de veces que discutí contigo cada vez que abrías un paraguas dentro de casa solo por molestarme! Y ni que decir tiene las verdades como puños que dice Murphy con sus leyes incontestables.

Pasaron los años y me seguía mortificando en buscar y acercarme más a la suerte. Y otra cosa no menos importante: huir de la mala suerte. Sin embargo, jamás (o por lo menos a día de hoy) me tocó ninguna lotería. Me han robado el coche alguna que otra vez. Me he caído con consecuentes fracturas de hombro. Me han roto el corazón y lo he pegado con cinta adhesiva.


Ahora, almuerzo y ceno conejo y no guardo las patas (las devoro). El ajo también me lo como. He comprendido que los búhos esos diminutos, no son más que un objeto decorativo y que las galletas de la suerte no es más que un juego. Visto de amarillo cuando me da la gana y si me encuentro una escalera y puedo cortar camino pasando por debajo, pues lo hago.

Lo de abrir el paraguas en casa, me supera. Y siempre queda una frase recurrente:


Por si acaso.

martes, 2 de marzo de 2010

fábula del dolor



El límite. ¿Donde está el límite?. Y aún peor ¿Quién delimita la delgada frontera del límite? Pretendí salir airoso de un terremoto imaginario, pero con efectos devastadores invisibles en mi rostro, en mis huesos y en la palma de mis manos. Pasaron los días y se hacían extrañamente pesados y con el ronroneo de ti en mi cabeza, aunque no siempre estabas en la cabeza, alguna que otra vez te sorprendí manejando mis manos a tu antojo, pero eso ya es otro tema. Lo dicho, me fui construyendo un día a día distinto, me sentía como un alumno en prácticas, pensaba que haber pasado por algo parecido me serviría de colchón, un colchón enorme y plácido. Pero no. No me sirvió de nada, es como el que se pelea y le rompen la cara... y se cree que a la próxima no le dolerá tanto. Error. De acuerdo, que si lo entrenas, con suerte podrás esquivar los golpes. Algunos. Pero doler, lo que es doler, te dolerá igual. Así de caprichosa se presenta la vida a veces. Mientras nosotros nos empeñamos en delimitar sentimientos, hacer planes a plazo fijo, darle un tiempo limitado al dolor... nos equivocamos. No digas que No por dejarlo para más tarde, porque seguramente llegarás más tarde y alguien habrá dicho antes que tú, y entonces te quedarás con cara de cucurucho sin la bola de helado.
Y eso lastima.

- ¿te quedarás mucho tiempo mirando el minutero o te levantarás ?

- ¿quién cojones eres tú?

- ¿Yo? Mejor que no lo sepas.

- (...)

- Será mejor que empecemos por el principio. Yo soy "eso" que está dentro de ti que te quita el hambre y te impide orinar, cagar y hacer la digestión correctamente. Soy ese virus invisible, incoloro y no demostrado científicamente. Tampoco tengo nombre ni falta que me hace. Me llaman de mil formas y cuando aparezco nunca soy bienvenido... y la verdad, a veces me siento incómodo por ello. Porque a la larga, me suelen agradecer mi "trabajo"... y los efectos virales negativos se vuelven positivos...


- ...¿si no? ... ¿y como?


- Empecemos por dejar el minutero a su ritmo.






martes, 23 de febrero de 2010

risa




Por supuesto que me reí de ti.
Me lo pasaba en grande, la verdad.
Tu también te reías a carcajadas de mi.
Me molestaba enterarme, y en realidad jamás me enteré.
Ellos se reían de nosotros.
Nosotros de ellos también. Más de una vez coincidíamos en el tiempo.
Curiosamente nos chocábamos las manos y cantábamos goles en los partidos.
También nos reíamos juntos de nada.

Odiábamos los programas de chistes.


jueves, 18 de febrero de 2010

fotogramas



    Me estoy enquilosando con tanto pasado no ajeno. Con tantos fotogramas nítidos en mi mente. Malditos fotogramas. Con tantos datos sobre ti que da hasta miedo. Entonces viene un tiempo de tratar de borrar el disco duro personal. El disco duro humano y el no humano. Ordenar estanterías vacías. Darle nuevas caras a mis besos. Darle alegría a mi corazón. Y a mi hígado. Y a mis pulmones. Y a mis labios. Y a los tuyos también.

viernes, 8 de enero de 2010

como animales



Ratas.
Perros.
Palomas.
Burros.
Camellos.
Gatos.
Caballos.
Osos.
Gaviotas.
Jirafas.
Zorros.
Leones.
Buitres.
Murciélagos.
Koalas.
Búhos.
Serpientes.
Cerdos.
Tú.
Yo.

martes, 5 de enero de 2010

bonito cuento de domingo



Al despertar sentí el olor de un cuerpo totalmente desconocido por mi olfato. Una suave y delicada piel dormía al lado mío, con una sonrisa en la cara y un sueño -imagino- a prueba de bombas. Era agradable sentir aquello.

Me moví por la casa tratando de no hacer ruido, no preparé ningún desayuno, ni fui al -inexistente- jardín a arrancar alguna flor... no. Me dediqué a esperar tranquilamente en el salón a que se despertara ella, mientras ojeaba una revista que me había comprado el día anterior. Sin ruidos, en una plácida mañana de Domingo.

A las dos horas se despertó con la misma sonrisa y las marcas de la almohada dibujadas en su cara. No teníamos la confianza necesaria para ciertos ritos mañaneros, pero todo rodaba bien, o eso parecía.

Al rato, ella sugirió que lo mejor sería que se marchara. A donde, le pregunté. Ella me dijo que no lo sabía. Entonces encendí la tele y nos quedamos unos minutos mirando un documental sobre la construcción de un estadio gigantesco, al poco nos manoseamos de nuevo.

Era cierto que existían los Domingos entretenidos.