por Samuel, de Aburrido Cósmico

miércoles, 2 de julio de 2008

Costello Day



Sí. Ayer tuve la enorme fortuna de asistir a un concierto del mismísimo Elvis Costello (en la foto, de móvil). En principio cuando me enteré de que venía a tocar a Las Palmas, casi que ni me lo creí (atónito me quedé cuando me enteré que solo daba estos dos conciertos en España, aquí!). Cuando fui a comprar las entradas -hace una semana y media- me repetía a mí mismo que seguramente no quedaran ningunas, o si quedaban, seguro que se trataban de asientos a lo lejos... pues no, sorprendentemente logré una muy digna fila 6!!La emoción fue total, aunque las entradas no eran nada baratas, al contrario. En fin, ayer fue el gran día, la gran noche, Costello Day. Allí estaba, frente a mí, el hombre que había compuesto Alison (que por cierto, no tocó), o el maravilloso I want you (siendo esta, la que cerró el concierto!) o la entrañable She (con la que abrió los bises)...tocando temas del aclamado/alavado álbum The delivery man y el estreno del espectacular nuevo álbum, Momofuku. En definitiva, un concierto muy auténtico, Un Elvis Costello muy creíble, muy curtido, y dando un auténtico recital de rock, soul, folk, pop...y por momentos hasta medio jazzero...un crack. Salieron en formato de cuarteto (batería, bajo/coros, teclados/hammond(auténtico!), guitarras y voz de Mr.Costello). Fueron unas 2 horas de no parar de escupir canciones, unos 2-3 o 4 segundos de respiro entre canción y canción. Sin parar. No se quitó ni se desabrochó la chaqueta en ningún momento. Grande. Muy grande.

jueves, 5 de junio de 2008

calamaro y mi dejadez bloguera



Hola. Ya sé que hace tiempo que no asomaba por aquí...no penséis que estoy de vacaciones, ni siquiera muy ocupado... simplemente por eso mismo, no tenía mucho que contar... Pero bueno, como les anuncié el otro día, en el último post, asistí al concierto de Mr. Calamaro (en la foto, de móvil). Fue un buen show cargado de buen rock, con mucho oficio. Con una buena banda sobre el escenario y con un frontman espectacular. Dos horas y media de concierto. Se me hicieron pocas, la verdad. Si hay que poner algún "pero", como casi siempre, habría que echarle la culpa al sonido, que en ocasiones no estuvo muy fino que digamos. Por lo demás, genial.
En otro orden de cosas, el sábado volvemos a darle forma a Suturno de nuevo. Ya saben los que se leen este blog, que ensayamos una vez por semana y que bla bla bla... pero bueno, de momento sin novedad... solamente resaltar que todavía lo hacemos en formato de trío porque Oliver-teclista todavía no se ha reincorporado a los ensayos... pero bueno, ya les iré informando... 
Saludos.

jueves, 22 de mayo de 2008

cuestión de suerte



Te caes, he inmediatamente lo primero que piensas es en volver a levantarte. Piensas que es la mala suerte. Te vuelves a caer, y esta vez el impulso de levantarte ya no es tan poderoso, pero aún así, te levantas. Dudas, pero sigues culpando a la mala suerte. ¡Zas! Otra caída. La tercera que cuentas. Entonces piensas que lo importante no son las veces que te caes sino lo doloroso que resulta levantarte. Piensas en la mala suerte, pero ya lo haces como una excusa, una forma más de convencerte a ti mismo de que otra cosa no puede ser. A partir de ese momento, caminas pero forzosamente más lento, con cuidado de no volver a caer. Ya no pueden haber descuidos -piensas- pero no sabes que todo no puede estar bajo control. Entonces caes. Irremediablemente es la peor caída. La que más duele. Aunque hubieses caído sobre un suelo acolchado sería sin duda, la peor caída. Te volviste a levantar. Esta vez pensaste que la mala suerte es una puta caprichosa que está aliada con el azar y si existiera el destino, también estaría aliada con él. Y te cabreas con ella.
Otro día. Pero esta vez te salió bien. Y eso que ibas corriendo. Nadie se lo esperaba, pero saltaste tan alto que llegaste a desfigurar la silueta de una nube a tu antojo. Cuando aterrizaste no le echaste la culpa del éxito a nadie. Ni siquiera pensaste en nada extraordinario. Pensabas que todo era normal y merecido. Te pusiste tus medallas y te atribuiste todos y cada uno de los méritos. 
Ni por asomo te acordaste de la buena suerte. 

lunes, 28 de abril de 2008

40º y frío


           Frío. Hay calima. Estamos a casi 40º, pero juro que tengo frío. No tengo fiebre, duermo mal, pero ni siquiera te echo de menos. Tan solo tengo frío. Tengo frío del futuro prometido, que se ha quedado helado con tu última decisión. Tu última dirección. Un billete de ida hacia una ciudad imaginaria fuera de mi alcance. Casi que me alegro por ello, pero en un estado de duda, no sé por qué, pero me da frío. Me llamaron cien personas que creen tener el calor que me falta, solo son palabras como cubos de hielo que se derriten con esta calima insoportable. Insobornable. Esta ola de calor no entiende de la escarcha que recubre este sentimiento. Este sentimiento tan frío. Tan perfecto. Frío, como el calor de tu entrepierna no correspondida. Frío, como la cadena perpetua del sonámbulo, que nunca despierta. Frío, como las palabras que nunca se dicen, las palabras más perfectas... 40º y frío. Sigue la calima. Azota con viento caliente y tierra toda la ciudad. Tu te preguntas cuanto tiempo va a durar. En el fondo solo quieres tener frío. Frío. Ese frío que recorre tu cuerpo hasta que lo puedas abrigar. Que lo puedas aliviar. Frío, sueño con frío. Me has dejado helado.