por Samuel, de Aburrido Cósmico

lunes, 28 de abril de 2008

40º y frío


           Frío. Hay calima. Estamos a casi 40º, pero juro que tengo frío. No tengo fiebre, duermo mal, pero ni siquiera te echo de menos. Tan solo tengo frío. Tengo frío del futuro prometido, que se ha quedado helado con tu última decisión. Tu última dirección. Un billete de ida hacia una ciudad imaginaria fuera de mi alcance. Casi que me alegro por ello, pero en un estado de duda, no sé por qué, pero me da frío. Me llamaron cien personas que creen tener el calor que me falta, solo son palabras como cubos de hielo que se derriten con esta calima insoportable. Insobornable. Esta ola de calor no entiende de la escarcha que recubre este sentimiento. Este sentimiento tan frío. Tan perfecto. Frío, como el calor de tu entrepierna no correspondida. Frío, como la cadena perpetua del sonámbulo, que nunca despierta. Frío, como las palabras que nunca se dicen, las palabras más perfectas... 40º y frío. Sigue la calima. Azota con viento caliente y tierra toda la ciudad. Tu te preguntas cuanto tiempo va a durar. En el fondo solo quieres tener frío. Frío. Ese frío que recorre tu cuerpo hasta que lo puedas abrigar. Que lo puedas aliviar. Frío, sueño con frío. Me has dejado helado.